En la búsqueda de fuentes de energía limpia, algunas de las soluciones más prometedoras no vienen de grandes infraestructuras, sino de los seres más diminutos del planeta. Las bacterias fotosintéticas, organismos capaces de captar la luz solar y transformarla en energía química, se han convertido en protagonistas de una revolución silenciosa que puede cambiar la manera en que generamos electricidad.
¿Qué son las bacterias fotosintéticas?
Son microorganismos que, al igual que las plantas, realizan fotosíntesis. Sin embargo, a diferencia de estas, algunas bacterias no producen oxígeno, sino que generan otros subproductos útiles para la biotecnología y la bioenergía.
Las más estudiadas en este campo son:
- Cianobacterias: producen oxígeno y pueden generar electrones durante el proceso de fotosíntesis.
- Bacterias púrpuras del azufre y no del azufre: aprovechan la luz en condiciones anaeróbicas.
- Bacterias verdes del azufre: adaptadas a ambientes extremos, útiles en investigación energética.
¿Cómo se genera energía a partir de ellas?
El proceso se basa en la capacidad de algunas bacterias para liberar electrones al medio durante su metabolismo fotosintético. Estos electrones pueden ser recolectados mediante dispositivos llamados celdas biofotovoltaicas (BPVs).
En términos simples:
- Las bacterias se exponen a la luz solar.
- A través de la fotosíntesis, generan electrones.
- Esos electrones fluyen hacia un electrodo.
- Se recoge la corriente eléctrica para su uso.
Aunque la cantidad de energía producida actualmente es baja en comparación con los paneles solares, la tecnología es muy prometedora por su bajo costo, sostenibilidad y bajo impacto ambiental.
Aplicaciones y potencial futuro
– Energía en entornos remotos
Los BPVs podrían alimentar sensores, pequeños dispositivos o sistemas de monitoreo en zonas sin acceso a la red eléctrica.
– Bioiluminación
Se investiga la posibilidad de producir luz a partir de bacterias bioluminiscentes, ideal para señalización o decoración ecológica.
– Biorreactores autosuficientes
Sistemas que, además de tratar aguas residuales o generar compuestos útiles, podrían producir energía al mismo tiempo.
– Edificios inteligentes con biotecnología
Fachadas o muros vivos que incorporen bacterias fotosintéticas como fuente complementaria de energía y regulación térmica.
Ventajas frente a otras fuentes
- Renovable y de bajo impacto: no requiere combustibles fósiles ni genera residuos tóxicos.
- Puede operar en condiciones húmedas o con agua contaminada.
- No compite con cultivos alimentarios, como ocurre con algunos biocombustibles.
- Potencial para funcionar en ambientes cerrados, como estaciones espaciales o submarinas.
Desafíos a superar
- Escasa producción energética por metro cuadrado: aún no son una alternativa directa a la energía solar o eólica.
- Estabilidad y mantenimiento de los sistemas bacterianos.
- Necesidad de escalar la tecnología de laboratorio a uso real.
- Condiciones ambientales específicas para cada tipo de bacteria.